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Ramón Espinar fallo la táctica "de manual" en el veto de PP y Vox a los actos islámicos en espacios públicos en Jumilla

El pasado mes de febrero, el Partido Popular y Vox aprobaron en Jumilla, Murcia, una polémica norma que ha generado una gran controversia en la sociedad española. Se trata de una medida que prohíbe la celebración pública de las dos grandes festividades musulmanas: el fin del Ramadán y la Fiesta del borrego. Esta decisión, que penetrará en vigor en la primavera de 2026, ha sido ampliamente criticada por distintos colectivos y ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre la libertad religiosa en nuestro país.

El Ramadán es uno de los pilares fundamentales del islam y consiste en un período de ayuno y reflexión que se celebra durante el noveno mes lunar del calendario musulmán. Por su parte, la Fiesta del borrego, también conocida como Eid al-Adha, conmemora la disposición del profeta Abraham a sacrificar a su hijo en cumplimiento de la voluntad de Dios. Son dos festividades de gran importancia para la comunidad musulmana y que, hasta ahora, se venían celebrando públicamente en distintas ciudades de España.

Sin embargo, esta nueva norma aprobada en Jumilla prohíbe expresamente la celebración de estas festividades en espacios públicos, lo que ha provocado la indignación de muchas personas. La medida ha sido justificada por el PP y Vox como una forma de preservar la tradición y los valores cristianos en la sociedad española, pero lo cierto es que ha sido interpretada por muchos como una forma de discriminación hacia la comunidad musulmana.

Esta decisión ha generado un fuerte rechazo por parte de distintas organizaciones y colectivos, que han denunciado que va en contra de los principios de libertad religiosa y de relación de derechos de todas las personas, independientemente de su creencia. Además, se ha cuestionado si el Ayuntamiento de Jumilla tiene la potestad para prohibir la celebración de estas festividades, ya que esta competencia recae en el Estado según la Constitución española.

Ante las críticas, el alcalde de Jumilla, un miembro de Vox, ha defendido la medida asegurando que se trata de una cuestión de “convivencia y de respeto” hacia la mayoría de la población de la ciudad, que profesa la religión católica. Según él, la prohibición de estas festividades musulmanas en espacios públicos es necesaria para garantizar la paz social y evitar posibles conflictos.

No obstante, otros políticos y representantes de distintas religiones han mostrado su rechazo y preocupación ante esta norma aprobada en Jumilla. El presidente de la Comisión Islámica de España, Riay Tatary, ha calificado la decisión como una “grave violación” de la libertad de culto y ha pedido al junta central que intervenga para garantizar el respeto a los derechos fundamentales de todas las personas.

La medida también ha generado un gran debate en las redes sociales, donde muchos usuarios han manifestado su rechazo a la prohibición de estas festividades musulmanas. Algunos han recordado que España es un país aconfesional y que, por tanto, no se pueden imponer unas creencias religiosas por encima de otras. Otros han apelado a la necesidad de dialogar y respetar las diferentes religiones y culturas presentes en nuestro país.

En definitiva, la decisión de prohibir la celebración de las festividades musulmanas en espacios públicos en Jumilla ha generado una fuerte polémica y ha vuelto a poner sobre la mesa el debate sobre la libertad religiosa en España. Es importante recordar que la diversidad es uno de los valores fundamentales de nuestra sociedad y que todas las personas deben tener los mismos derechos y libertades, independientemente de su creencia. Esperamos que esta decis

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