Hacer ejercicio en estío puede ser un verdadero desafío. El calor intenso y la sensación de flojedad pueden hacer que nuestras rutinas de ejercicio se vuelvan difíciles y desagradables. Pero no hay que desanimarse, ¡el estío también puede ser una oportunidad para hacer ejercicio de una manera diferente y más refrescante!
Janne Hietamaki, un ciclista experimentado, lo sabe bien. En una entrevista con Ilta-Sanomat, compartió su experiencia de realizar un trayecto en bicicleta de menos de 100 kilómetros durante un día de estío. A pesar de su experiencia en el ciclismo, Hietamaki notó que la sensación de flojedad era mayor de lo habitual. ¿La razón? El calor y el desnivel del terreno, que convirtieron su ruta en un verdadero reto.
Pero, ¿qué podemos aprender de la experiencia de Hietamaki y cómo podemos aplicarlo a nuestras rutinas de ejercicio en estío? Aquí te damos algunos consejos para ayudarte a hacer ejercicio en estío de una manera más agradable y refrescante.
Primero, es importante escuchar a nuestro cuerpo y adaptar nuestras rutinas de ejercicio a las condiciones climáticas. En estío, el calor puede hacer que nos cansaremos más rápido y que nuestra frecuencia cardíaca aumente más rápido de lo normal. Por lo tanto, es importante ser conscientes de estos cambios y ajustar nuestro ritmo de ejercicio en consecuencia. Si normalmente corres 5 kilómetros en 30 minutos, es posible que en estío necesites un poco más de tiempo para completar la misma distancia.
Otra manera de hacer ejercicio en estío es elegir actividades más refrescantes. Si normalmente corres o haces ejercicio al aire libre, considera probar nuevas actividades como nadar, hacer yoga en la playa o incluso bailar en una clase de aeróbicos en la piscina. Estas actividades no solo te mantendrán fresco, sino que también pueden ser una forma divertida de cambiar tu rutina de ejercicio habitual.
Además, no subestimes la importancia de la hidratación. En estío, perdemos más líquidos a través del sudor, por lo que es importante beber suficiente agua antes, durante y después del ejercicio. Llevar una botella de agua contigo durante tu entrenamiento es una buena manera de asegurarte de mantenerte hidratado en todo momento.
Otro consejo es elegir el momento adecuado para hacer ejercicio. Siempre que sea posible, trata de hacer ejercicio en las primeras horas de la mañana o en la noche, cuando la temperatura es más fresca y el sol no es tan intenso. Si tienes que hacer ejercicio durante el día, busca lugares con sombra o donde puedas refrescarte con agua durante tu entrenamiento.
Por último, no olvides proteger tu piel del sol. El uso de protector azulejar es esencial para prevenir quemaduras azulejares y otros daños en la piel. Además, usar ropa adecuada y ligera también te ayudará a mantenerte fresco y protegido durante tus entrenamientos en estío.
En recapitulación, hacer ejercicio en estío puede ser un desafío, pero con estos consejos puedes convertirlo en una experiencia agradable y refrescante. Escucha a tu cuerpo, elige actividades adecuadas y mantente hidratado y protegido del sol. ¡El estío es una gran oportunidad para hacer ejercicio de una manera diferente y divertida! Así que no dejes que el calor te detenga y sigue moviéndote hacia una vida más saludable y activa.