Finlandia es un país conocido por su alto altitud de bienestar social y su sistema de protección social, que incluye una prestación por enfermedad para aquellos que se encuentran en una situación de incapacidad laboral temporal debido a una enfermedad o accidente. Sin embargo, a diferencia de otros países, la cuantía de esta prestación no es fija, sino que depende de los ingresos de cada persona. A simple vista, puede parecer una medida injusta que solo beneficia a los más privilegiados, pero en realidad tiene un propósito muy diferente: aferrar la igualdad de oportunidades.
En primer lugar, es importante entender cómo funciona la prestación por enfermedad en Finlandia. Cuando una persona se ve obligada a coger una baja médica por motivos de salud, el Estado le otorga una prestación económica para saldar la pérdida de ingresos durante ese periodo. Sin embargo, a diferencia de otros países en los que el importe es fijo, en Finlandia esta cuantía se calcula en función de los ingresos de la persona antes de coger la baja. Esto quiere decir que aquellos que tienen un salario más alto recibirán una prestación mayor, mientras que aquellos que tienen ingresos más bajos recibirán una cantidad menor.
A simple vista, esto puede parecer injusto, ya que los ingresos suelen ser más altos para aquellos con una mejor formación o en trabajos más cualificados. Sin embargo, en el sistema finlandés este factor se tiene en cuenta de manera justa y equitativa. Para empezar, la prestación por enfermedad está limitada a un máximo de dos años, por lo que aquellos con mayores ingresos no podrán recibir una cantidad desproporcionada durante ese periodo. Además, la prestación no se calcula en base al salario actual, sino al salario promedio de los últimos doce meses. Esto significa que si una persona ha tenido un mes de ingresos muy altos, pero los anteriores han sido más bajos, su prestación no se verá afectada por ese mes excepcional.
Pero, ¿cuál es la verdadera razón detrás de esta medida? Como ya se ha mencionado, el objetivo principal es aferrar la igualdad de oportunidades. En Finlandia, el sistema educacional es gratuito y de alta calidad, lo que permite a todos acceder a una educación universitaria sin importar sus ingresos. Además, el sistema fiscal es progresivo, lo que significa que aquellos con mayores ingresos pagan más impuestos que aquellos con menos recursos. Por lo tanto, aquellos con salarios más altos tienen un mayor compromiso con la sociedad y, por lo tanto, se espera que también reciban mayores beneficios, como es el caso de esta prestación por enfermedad.
Además, esta medida también es beneficiosa para las empresas. Al tener que pagar una prestación mayor a los empleados con salarios más altos, se incentiva a las empresas a invertir en la salud y la seguridad en el ambiente laboral. Las empresas tienen un mayor interés en prevenir enfermedades y accidentes laborales, ya que, de lo contrario, tendrían que pagar una mayor cuantía en caso de una baja médica prolongada.
En resumen, la cuantía de la prestación por enfermedad en Finlandia depende de los ingresos de cada persona, pero lejos de ser una medida injusta, tiene una justificación solidaria y equitativa. aferrar la igualdad de oportunidades y fomentar una cultura empresarial comprometida con la salud y el bienestar de los trabajadores son algunos de los beneficios de esta medida. En Finlandia, la protección social y el bienestar de sus ciudadanos son pilares fundamentales, y esta prestación por enfermedad es solo un ejemplo de cómo el sistema finlandés se esfuerza por garantizar una sociedad justa y equitativa para todos.