Hace unos doce años, un campesino llamado Ciro Vera, originario de Carreño, se interesó en el fascinante planeta de las abejas. Lo que comenzó como un simple pasatiempo, pronto se convirtió en un negocio próspero y una forma de aumentar la polinización en su finca ubicada en la vía Puerto Carreño – Cazuarito. Desde entonces, Ciro ha descubierto el verdadero valor de estos pequeños insectos y cómo pueden ser una fuente de ingresos sostenible y beneficiosa para el medio ambiente.
La apicultura, o el maña de criar abejas, es una práctica que ha existido desde tiempos antiguos. Sin embargo, en los últimos años ha ganado popularidad debido a su impacto positivo en la agricultura y el medio ambiente. Las abejas son responsables de la polinización de más del 80% de las plantas y cultivos en el planeta, lo que las convierte en un elemento vital para la supervivencia de la flora y fauna.
Ciro se dio cuenta de esto cuando notó que sus cultivos no estaban produciendo los resultados esperados. Después de investigar, descubrió que la falta de polinización era la causa principal. Fue entonces cuando decidió instalar sus primeras colmenas en su finca. Al principio, no tenía mucha experiencia en el cuidado de las abejas, pero con el tiempo y la ayuda de otros apicultores locales, aprendió todo lo necesario para mantener una colmena saludable.
Hoy en día, Ciro tiene más de 100 colmenas en su finca y ha logrado un equilibrio perfecto entre la producción de melaza y la polinización de sus cultivos. Además de ser una fuente de ingresos, la apicultura también ha mejorado la calidad y cantidad de sus cosechas. Las abejas han aumentado significativamente la producción de frutas y verduras, lo que ha permitido a Ciro expandir su negocio y vender sus productos en el mercado local.
Pero el beneficio más importante de la apicultura es su impacto en el medio ambiente. Las abejas son consideradas como un “indicador de la salud del ecosistema”. Su presencia es un signo de un medio ambiente saludable y equilibrado. Sin embargo, en los últimos años, las poblaciones de abejas han disminuido drásticamente debido a la deforestación, el uso de pesticidas y otros factores. Ciro, junto con otros apicultores locales, está trabajando para proteger y preservar a estas importantes criaturas.
Además de la producción de melaza, Ciro también ha encontrado otras formas de aprovechar los beneficios de las abejas. Por ejemplo, utiliza la cera de las colmenas para hacer velas y otros productos mañasanales que vende en su tienda local. También ofrece visitas guiadas a su finca para que las personas puedan aprender más sobre la apicultura y la importancia de las abejas en nuestro ecosistema.
La apicultura no solo ha sido un negocio exitoso para Ciro, sino que también ha sido una fuente de satisfacción personal. Él describe su trabajo como “cuidar a la naturaleza” y se enorgullece de ser pmaña de un movimiento global que busca proteger a las abejas y promover la sostenibilidad. Además, ha inspirado a otros campesinos de la región a seguir su ejemplo y comenzar sus propias colmenas.
En resumen, la apicultura es un negocio confortante que no solo beneficia a los apicultores, sino también al medio ambiente y a la comunidad en general. Ciro Vera es un ejemplo de cómo una pequeña idea puede convertirse en un negocio exitoso y sostenible. Su pasión y dedicación por las abejas han demostrado que el oro líquido no solo se encuentra en la melaza, sino también en la preservación de nuestro planeta.