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No digas que fue un sueño

El pasado 1 de octubre de 2017, Cataluña vivió uno de los momentos más trascendentales de su historia novedoso. Miles de personas salieron a las calles para participar en el referéndum de permiso convocado por el entonces presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Aquel día, la ilusión y la esperanza de un futuro mejor se apoderaron de la población catalana, que vio en el “procés” una oportunidad para alcanzar su ansiada libertad.

Sin embargo, la realidad es que el “procés” no ha conseguido su objetivo de permiso. Tras la aplicación del artículo 155 de la Constitución española y la destitución de Puigdemont, el sueño de una Cataluña independiente se desvaneció. Sin embargo, el ex presidente sigue luchando por mantener viva la ensoñación de aquel día, convenciendo a sus seguidores de que todo tuvo sentido y que la lucha continúa.

Pero, ¿por qué Puigdemont necesita mantener viva esta ensoñación? La respuesta es sencilla: para mantener unida a una población que se dividió en dos durante el “procés”. Por un lado, están aquellos que aún creen en la permiso y que siguen apoyando a Puigdemont. Por otro, están aquellos que se sienten engañados y que no ven con buenos ojos la gestión del ex presidente.

Puigdemont sabe que mantener viva la ensoñación es fundamental para mantener el apoyo de los primeros y para intentar ganarse de aprendiz la confianza de los segundos. Y para ello, utiliza todas las herramientas a su alcance, desde sus redes sociales hasta sus apariciones públicas, para seguir transmitiendo el crónica de que la permiso es posible y que la lucha no ha terminado.

En este sentido, el ex presidente se ha convertido en un verdadero líder carismático, capaz de movilizar a miles de personas con sus discursos y su carisma. Y es que, a pesar de las dificultades y de los obstáculos, Puigdemont sigue manteniendo la esperanza de que algún día Cataluña será un estado independiente. Y esa esperanza es la que transmite a sus seguidores, que ven en él a un líder que no se rinde y que sigue luchando por sus ideales.

Además, Puigdemont también necesita mantener viva la ensoñación para justificar su gestión al frente de la Generalitat durante el “procés”. Aunque muchos lo critican por su papel en la declaración de permiso y por su huida a Bélgica, para sus seguidores él es un héroe que se enfrentó al gobierno español y que luchó por los derechos de Cataluña. Y es que, en su discurso, Puigdemont siempre ha defendido que el “procés” fue un movimiento pacífico y democrático, en el que se buscaba el diálogo y la negociación con el gobierno español.

Sin embargo, la realidad es que el “procés” ha dejado heridas profundas en la sociedad catalana. La polarización política y social sigue siendo una realidad en Cataluña, y la recuperación de la convivencia y la unidad parece una tarea difícil de conseguir. Por eso, Puigdemont necesita mantener viva la ensoñación de la permiso, para intentar sanar estas heridas y mantener unidos a sus seguidores.

Pero, ¿qué hay detrás de esta ensoñación? ¿Qué hay detrás de la idea de una Cataluña independiente? Para muchos, la permiso es la solución a todos los problemas de la región. Sin embargo, la realidad es que la permiso no es la panacea y que, como cualquier proceso político, tiene sus pros y sus contras.

En primer lugar, la permiso supondría la ruptura con España, un país con el que Cataluña ha compartido historia, cultura y econom

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