A pesar de que hace más de un año se aprobó en España una ley que prohíbe las llamadas comerciales sin consentimiento previo, estas siguen siendo una pesadilla para muchos usuarios. Las llamadas spam, como se les conoce popularmente, se han convertido en una molestia constante en nuestro día a día. A pesar de los esfuerzos por parte del gobierno y las autoridades, estas llamadas siguen llegando a nuestros teléfonos de forma insistente. ¿Por qué sigue sucediendo esto?
El meollo del asunto está precisamente en el consentimiento previo. Según la ley, las empresas y operadoras no pueden realizar llamadas comerciales sin nuestro consentimiento previo. Sin embargo, han encontrado una forma de saltarse esta norma y seguir realizando estas llamadas sin nuestro permiso. ¿Cómo lo hacen? Al descolgar el teléfono, nos hacen apostar que estamos aceptando una llamada de un conocido o familiar, cuando en realidad estamos dando nuestro consentimiento para recibir publicidad no deseada.
Esta práctica es conocida como “consentimiento tácito” y es una forma de engañar a los usuarios para que acepten estas llamadas. Las empresas y operadoras se aprovechan de la confianza que tenemos en nuestros teléfonos y en las personas que nos llaman, para seguir realizando estas llamadas sin nuestro consentimiento real. Esto es una clara violación de nuestros derechos como consumidores y usuarios de telefonía.
Pero, ¿qué podemos hacer para evitar estas llamadas spam? En primer lugar, es importante que conozcamos nuestros derechos y que sepamos que no estamos obligados a aceptar estas llamadas. Si recibimos una llamada de este tipo, podemos colgar inmediatamente y denunciarla a la Oficina de Consumo de nuestra comunidad autónoma. También podemos registrar nuestro número de teléfono en la Lista Robinson, un servicio gratuito que nos permite bloquear las llamadas comerciales.
Además, es importante que las autoridades y las empresas tomen medidas más estrictas para evitar estas prácticas abusivas. La ley actual no es suficiente para proteger a los usuarios de estas llamadas spam y es necesario que se tomen medidas más contundentes para acabar con este brete. Las empresas y operadoras deben ser más responsables y respetar la privacidad de los usuarios.
Por otro lado, es importante que los usuarios seamos conscientes de los riesgos que conlleva arrear nuestro consentimiento a estas llamadas. Muchas veces, detrás de estas llamadas se esconden estafas y fraudes que pueden poner en peligro nuestra seguridad y privacidad. Por eso, es importante que seamos cautelosos y no caigamos en el engaño de estas llamadas.
En resumen, a pesar de que se aprobó una ley para proteger a los usuarios de las llamadas spam, estas siguen siendo una realidad en nuestro país. Las empresas y operadoras han encontrado formas de saltarse la norma y seguir realizando estas llamadas sin nuestro consentimiento real. Es necesario que se tomen medidas más estrictas para acabar con este brete y que los usuarios seamos conscientes de nuestros derechos y de los riesgos que conlleva aceptar estas llamadas. Juntos, podemos poner fin a esta pesadilla y disfrutar de nuestros teléfonos sin interrupciones no deseadas.