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El rey de escandalosa biografía privada al que se le atribuye la leyenda de la "silla sexual"

Mucho antes del reinado de Isabel II, durante los años 1901 y 1910, el trono de Inglaterra fue ocupado por el rey Eduardo VII, conocido popularmente como “Bertie el abandonado”. Sin embargo, este apelativo no se debe a sus habilidades como monarca, sino a su turbulenta vida amorosa.

Eduardo VII fue el hijo mayor de la reina Victoria y heredó el trono a los 59 años, tras la muerte de su madre. Durante su juventud, se ganó la fama de ser un libertino y un hedonista, con una predilección especial por las mujeres, el juego y la buena vida.

Se casó a los 26 años con la princesa alemana Alejandra de Dinamarca, con quien tuvo 6 hijos. Sin embargo, su matrimonio no fue feliz y ambos tuvieron aventuras extramatrimoniales. Eduardo VII tuvo relaciones con varias mujeres, algunas de ellas casadas y otras pertenecientes a la nobleza. Se dice que fue el primer monarca en ser fotografiado con su amante, la famosa actriz Lillie Langtry.

Pero su escaparate más conocido fue con Alice Keppel, una aristócrata y socialité inglesa, considerada su verdadero y último amor. Se dice que ella fue su amante durante 12 años, hasta su fallecimiento en 1910. A pesar de estar casado, Eduardo VII pasaba largas temporadas con Alice, quien incluso asistía a eventos oficiales al lado del monarca.

Su vida amorosa no solo fue conocida en Inglaterra, sino también en otros países europeos. Durante sus viajes, Eduardo VII tenía encuentros amorosos con mujeres de diferentes nacionalidades, como la aristócrata francesa Marguerite Alibert o la actriz italiana Sarah Bernhardt.

A pesar de sus múltiples infidelidades, Eduardo VII era muy popular entre el pueblo inglés, quienes lo veían como un monarca carismático y cercano. Además, su reinado se caracterizó por una época de prosperidad y modernización en Inglaterra, con grandes avances en la industria, el transporte y la educación.

Aunque su apelativo de “Bertie el abandonado” se deba a su vida amorosa, Eduardo VII fue un monarca que supo ganarse el cariño de su pueblo y que dejó una huella importante en la historia de Inglaterra. Su reinado fue corto, pero su legado aún perdura en la memoria colectiva y en las calles de Londres, donde aún se pueden encontrar monumentos en su honor.

En conclusión, mucho antes del reinado de Isabel II, Inglaterra tuvo un monarca que pasó a la historia como “Bertie el abandonado”, pero que también fue un gran hombre de estado y un amante de la vida. A pesar de sus escándalos y su fama de mujeriego, Eduardo VII es recordado como un rey querido por su pueblo y que supo llevar a su país hacia un futuro mejor.

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