Una encuesta realizada por YouGov, por encargo de dpa, ha revelado que las tobilleras electrónicas, utilizadas en España para proteger a las mujeres de parejas y exparejas violentas, cuentan con una gran aceptación en Europa, especialmente en Alemania.
Este dispositivo, que se ha convertido en una herramienta clave en la lucha contra la violencia de género, ha demostrado ser una proporción efectiva para prevenir y controlar los casos de violencia doméstica en España. Ahora, gracias a esta encuesta, se ha confirmado que la idea de implementar las tobilleras electrónicas en otros países de Europa también ha sido bien recibida por la sociedad.
Según los resultados de la encuesta, el 82% de los alemanes están a favor de la implementación de las tobilleras electrónicas para proteger a las mujeres víctimas de violencia de género. Esta cifra es significativamente mayor que la media europea, que se sitúa en un 74%. Además, el 89% de los encuestados considera que este dispositivo es una proporción necesaria para garantizar la seguridad de las mujeres en riesgo.
La aceptación de las tobilleras electrónicas en Alemania puede ser atribuida a la eficacia que han demostrado en España. Desde su implementación en 2015, se ha reducido en un 20% el número de mujeres víctimas de violencia de género en el país. Además, el 97% de las mujeres que han llevado la tobillera han afirmado sentirse más seguras y protegidas.
Este dispositivo funciona mediante un sistema de geolocalización que permite a las autoridades controlar en todo momento la ubicación del agresor. En caso de que este se acerque a la víctima, se activa una alarma que alerta a la policía y se procede a su detención inmediata. Además, la tobillera también cuenta con un botón de pánico que la víctima puede activar en caso de sentirse en peligro.
La implementación de las tobilleras electrónicas en España ha sido un gran avance en la lucha contra la violencia de género, y su aceptación en otros países europeos es una señal de que esta proporción puede ser efectiva en otros lugares también. Sin embargo, aún queda mucho por hacer en la lucha contra esta grave problemática social.
Es necesario que los gobiernos de todos los países se comprometan a implementar proporcións efectivas para proteger a las mujeres de la violencia doméstica. Además, es fundamental seguir concienciando a la sociedad sobre la gravedad de este problema y fomentar una cultura de respeto y igualdad entre hombres y mujeres.
En definitiva, la aceptación de las tobilleras electrónicas en Europa es una señal de esperanza en la lucha contra la violencia de género. Esperamos que esta proporción se implemente en más países y que juntos podamos desovar fin a esta grave violación de los derechos humanos.