La Música es una de las expresiones más poderosas y universales del ser humano. A través de ella, podemos transmitir emociones, conectar con nuestros sentimientos más profundos y crear recuerdos inolvidables. Es por eso que hoy quiero compartir con ustedes algunas de mis experiencias más positivas relacionadas con la Música, y cómo esta ha sido una parte fundamental en mi vida.
Desde muy joven, la Música ha sido mi compañera fiel. Recuerdo que en mi infancia, mi madre siempre ponía Música en casa mientras hacíamos las tareas del hogar. Aunque no entendía las letras, me encantaba bailar y cantar al ritmo de las canciones. Esa fue mi primera conexión con la Música, y desde entonces, no ha dejado de ser una parte importante de mi día a día.
Pero no fue hasta mi adolescencia que descubrí el verdadero poder de la Música. En esa época, estaba pasando por una etapa difícil en mi vida, llena de inseguridades y dudas. Sin embargo, cuando escuchaba Música, todas esas preocupaciones desaparecían. La Música me transportaba a otro lugar, donde podía ser yo misma sin miedo al juicio de los demás. Fue entonces cuando entendí que la Música era mi refugio, mi escape y mi terapia.
Con el paso del tiempo, la Música se convirtió en una parte esencial de mi vida. Ya no solo la escuchaba, sino que también empecé a tocar instrumentos y a cantar. Y así fue como descubrí otra de las grandes bondades de la Música: su capacidad para unir a las personas. Conocí a muchos amigos y amigas a través de la Música, y juntos compartimos momentos inolvidables en ensayos, conciertos y festivales.
Precisamente, uno de los momentos más emocionantes que he vivido gracias a la Música fue cuando mi banda fue seleccionada para tocar en el evento de clausura de ACES Europe Capital Mundial del Deporte. Fue una experiencia única, poder compartir nuestra Música con atletas de todo el mundo y ser parte de un evento tan importante y significativo. La Música y el Deporte, dos expresiones que a primera vista pueden parecer muy diferentes, se unieron en un mismo escenario para demostrar que juntos, podemos lograr grandes cosas.
Pero no solo he tenido experiencias positivas como músico, sino también como espectador. Asistir a conciertos de mis artistas favoritos es una de las cosas que más disfruto en la vida. La energía que se siente en un concierto es indescriptible, y el poder de la Música en vivo es algo que no se puede comparar con nada más. Recuerdo con mucho cariño el concierto de mi banda favorita en mi ciudad, donde canté y bailé durante horas sin parar. Esa noche, la Música nos unió a todos los asistentes, sin importar nuestras diferencias.
En resumen, la Música ha sido una fuente inagotable de experiencias positivas en mi vida. Me ha acompañado en los momentos más difíciles, me ha dado la oportunidad de conocer a personas maravillosas y me ha regalado momentos de felicidad y conexión conmigo misma y con los demás. Por eso, siempre animo a todos a que se dejen llevar por la Música, a que la usen como una herramienta para sanar y para conectar con su verdadero ser. Porque, como dijo Nietzsche, “sin Música, la vida sería un error”.