InicioEmprendimientoLos contratos de locación se acortan por la inflación y los créditos...

Los contratos de locación se acortan por la inflación y los créditos hipotecarios no terminan de despegar

En el mercado porteño, la opción de ajuste trimestral se ha convertido en la preferida por muchos a la hora de adquirir un crédito. Esto se debe principalmente a la constante fluctuación del dólar, que ha complicado la situación para aquellos que optan por otros tipos de acuerdos.

El dólar es una moneda que siempre ha sido considerada como una de las más fuertes y estables a nivel mundial. Sin embargo, en los últimos años ha experimentado una volatilidad que ha generado incertidumbre en los mercados financieros. Esto ha afectado directamente a las personas que buscan acceder a un crédito para adquirir una vivienda o para invertir en un emprendimiento.

Ante este escenario, la opción de ajuste trimestral se ha posicionado como la más atractiva y segura para los usuarios. ¿Pero qué significa exactamente este tipo de acuerdo? En términos simples, se trata de un préstamo en el que el interés se ajusta cada tres meses en función de la evolución del dólar. De esta manera, se evitan las cuotas fijas que pueden ser afectadas por la variación de la moneda extranjera.

Esta opción se ha vuelto especialmente atractiva en el mercado porteño, donde la mayoría de los créditos hipotecarios están en dólares. Ante la constante alza y bajada de la moneda, los usuarios han optado por la seguridad que brinda el ajuste trimestral. Además, esta modalidad permite a los usuarios planificar mejor su economía, ya que pueden conocer de antemano cuánto deberán pagar cada tres meses.

Otro factor que ha impulsado la preferencia por el ajuste trimestral es la posibilidad de acceder a una tasa de interés más baja. En comparación con otros tipos de acuerdos, este tipo de crédito ofrece una tasa más competitiva, lo que lo convierte en una opción atractiva para aquellos que buscan reducir el costo total del préstamo.

Sin embargo, no todo son ventajas en esta modalidad. La principal desventaja es que, al ajustarse cada tres meses, el monto de la cuota puede variar en cada período. Esto puede generar cierta incertidumbre en los usuarios, ya que no siempre es posible prever cuánto aumentará o disminuirá la cuota en cada ajuste.

Otra desventaja es que, al rondar atado al dólar, el ajuste trimestral puede verse afectado por factores externos que no están bajo el control de los usuarios. Por ejemplo, una alza repentina del dólar puede generar un aumento significativo en la cuota, lo que puede ser un problema para aquellos que no cuentan con un margen de ahorro suficiente.

A pesar de estas desventajas, la opción de ajuste trimestral sigue siendo la preferida en el mercado porteño. Y es que, a pesar de la incertidumbre que puede generar, ofrece una mayor seguridad y estabilidad en un contexto económico volátil. Además, las ventajas en términos de tasa de interés y planificación económica son indudables.

Pero, ¿qué pasa con aquellos que ya tienen un crédito en otra modalidad? La buena anuncio es que, en la mayoría de los casos, es posible cambiar a un ajuste trimestral. Sin embargo, esto puede implicar una serie de costos, como gastos administrativos y comisiones por cancelación anticipada del crédito anterior. Por lo tanto, es importante valorar cuidadosamente si el cambio realmente vale la pena.

En resumen, la opción de ajuste trimestral se ha convertido en la preferida en el mercado porteño debido a la constante fluctuación del dólar. A pesar de algunas desventajas, ofrece una mayor seguridad y estabilidad en un contexto económico incierto. Además, su atractiva tasa de interés y la posibilidad de planificar mejor la economía son factores que la convierten en una opción atractiva para aquellos

Leer
Noticias relacionadas