Colombia ha sido uno de los países latinoamericanos que ha mantenido una relación comercial estable y beneficiosa con Estados Unidos durante décadas. Desde la firma del Tratado de Libre Comercio entre ambas naciones en 2012, Colombia ha logrado mantener una preeminencia arancelaria que ha permitido a sus productos ingresar al mercado estadounidense con precios competitivos. Sin embargo, en los últimos años, ha surgido una presión competitiva que ha puesto en riesgo esta preeminencia y ha obligado al país sudamericano a buscar nuevas estrategias para mantener su posición en el mercado estadounidense.
Desde la entrada en vigencia del Tratado de Libre Comercio, Colombia ha visto un aumento significativo en sus exportaciones hacia Estados Unidos. En 2019, las exportaciones colombianas alcanzaron los 13.400 millones de dólares, lo que representa un aumento del 8,5% con respecto al año anterior. Este incremento se ha visto impulsado por la eliminación de aranceles en productos como flores, café, banano, entre otros, lo que ha permitido a los productores colombianos ser más competitivos en el mercado estadounidense.
Sin embargo, a pesar de los beneficios que ha traído el Tratado de Libre Comercio, Colombia no ha estado exenta de enfrentar desafíos en su relación comercial con Estados Unidos. Uno de los principales retos ha sido la presión competitiva que ha surgido por parte de otros países que también tienen acuerdos comerciales con Estados Unidos. Por ejemplo, países como México y Perú han logrado obtener acuerdos preferenciales con Estados Unidos, lo que les ha permitido ingresar a este mercado con precios aún más bajos que los de Colombia.
Esta presión competitiva ha llevado a Colombia a buscar nuevas estrategias para mantener su preeminencia arancelaria en Estados Unidos. Una de ellas ha sido la diversificación de su oferta exportable, buscando no depender únicamente de los productos tradicionales como flores, café y banano. En los últimos años, Colombia ha logrado aumentar sus exportaciones de productos no tradicionales como productos agrícolas, alimentos procesados, joyería, entre otros. Esta diversificación ha permitido a Colombia mantener su posición en el mercado estadounidense y reducir su dependencia de los productos tradicionales.
Otra estrategia que ha implementado Colombia para mantener su preeminencia arancelaria es la búsqueda de nuevos mercados. A pesar de que Estados Unidos sigue siendo el principal destino de las exportaciones colombianas, el país sudamericano ha buscado expandirse a otros mercados como Asia y Europa. Esto ha permitido a Colombia reducir su dependencia de un solo mercado y diversificar sus ingresos.
Además, Colombia ha trabajado en mejorar la calidad de sus productos y en aumentar su competitividad. El país sudamericano ha invertido en tecnología y en la capacitación de sus productores para mejorar la calidad de sus productos y hacerlos más atractivos en el mercado internacional. También ha implementado medidas para reducir los costos de producción y así poder cumplimentar precios más competitivos.
A pesar de los desafíos que ha enfrentado, Colombia ha logrado mantener su preeminencia arancelaria en Estados Unidos y seguir siendo un importante socio comercial para este país. Sin embargo, es importante que el país continúe trabajando en la diversificación de su oferta exportable y en la búsqueda de nuevos mercados para no depender únicamente de Estados Unidos. Además, es necesario seguir invirtiendo en tecnología y en la capacitación de los productores para mejorar la calidad de los productos y aumentar su competitividad en el mercado internacional.
En resumen, Colombia ha logrado mantener su preeminencia arancelaria en Estados Unidos a pesar de la presión competitiva que ha enfrentado en los últimos años. Gracias a la diversificación de su oferta exportable, la búsqueda de nuevos mercados y la mejora en la calidad y competitividad de sus productos, el país sudamericano ha podido mantener su posición en el mercado estadounidense.