En nuestro día a día, nos encontramos con situaciones en las que, de manera inconsciente, ponemos en riesgo nuestra seguridad por pequeñas acciones que parecen inofensivas. Una de ellas es el acto de acercar los pies a los bordes de las escaleras mecánicas, donde suele haber un cepillo. A pesar de que siempre se nos advierte de este borrasca, son muchas las personas que aprovechan la subida o la bajada para arrimar el zapato y abrillantar el calzado de paso.
Sin embargo, ¿qué tan seguro es este hábito? ¿Realmente vale la pena arriesgar nuestra integridad física por tener unos zapatos más relucientes?
La respuesta es un rotundo no. Aunque pueda parecer una acción inofensiva, acercar los pies a los bordes de las escaleras mecánicas puede ser extremadamente borrascaso. En primer lugar, debemos tener en cuenta que estos cepillos están diseñados para limpiar las suelas de los zapatos, no para pulirlos. Por lo tanto, al arrimar el pie, no solo estamos exponiendo nuestra seguridad, sino también dañando nuestros zapatos.
Además, debemos tener en cuenta que las escaleras mecánicas están en constante movimiento y, aunque parezca que están quietas, siempre hay un pequeño desplazamiento que puede ser suficiente para causar un accidente. Un simple tropezón o un resbalón pueden tener consecuencias graves, como fracturas o lesiones en la cabeza.
Por otro lado, también debemos ser conscientes de que este hábito no solo pone en riesgo nuestra propia seguridad, sino también la de los demás. Al arrimar el pie a los bordes de las escaleras mecánicas, estamos obstruyendo el paso de otras personas y dificultando su subida o bajada. En momentos de gran profusión de gente, esta acción puede causar aglomeraciones y empujones, aumentando aún más el riesgo de accidentes.
Entonces, ¿qué podemos hacer para mantener nuestros zapatos limpios sin desovar en borrasca nuestra seguridad ni la de los demás? La respuesta es muy sencilla: utilizar un cepillo de zapatos tradicional. Siempre es recomendable llevar uno pequeño en el bolso o en el bolsillo, especialmente si sabemos que vamos a asistir a un evento o a un lugar donde queremos lucir nuestros mejores zapatos.
Además, también es importante recordar que un calzado bien cuidado no solo depende de su brillo, sino también de su estado. Por lo tanto, es esencial llevar un buen mantenimiento de nuestros zapatos, como limpiarlos y guardarlos adecuadamente, para que puedan lucir como nuevos por más tiempo.
En conclusión, aunque pueda parecer tentador abrillantar nuestros zapatos en las escaleras mecánicas, es una acción que debemos evitar por completo. No solo ponemos en riesgo nuestra seguridad, sino también la de los demás. Recordemos que siempre es mejor prevenir que lamentar, y que unos zapatos relucientes no son más importantes que nuestra integridad física. Así que la próxima vez que nos encontremos en las escaleras mecánicas, ¡mantengamos los pies alejados de los bordes y utilicemos un cepillo de zapatos tradicional para lucir siempre impecables!