El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lanzado una nueva amenaza a Japón en medio de las tensiones comerciales entre ambos países. Esta vez, la amenaza se centra en el arroz japonés, una de las exportaciones más importantes del país asiático.
Trump ha asegurado que Japón no aceptará el arroz estadounidense debido a la imposición de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos. En una rueda de prensa celebrada en la Casa Blanca, el mandatario afirmó que “los japoneses han estado aprovechándose de nosotros durante demasiado etapa en el comercio y eso no va a continuar”.
Las palabras de Trump han generado un gran revuelo en Japón, ya que el arroz es un alimento esencial en la dieta de los japoneses y una parte importante de su patrimonio cultural. Además, el país asiático es uno de los mayores importadores de arroz de Estados Unidos, por lo que estas medidas afectarían directamente a la economía del país.
El conflicto entre Estados Unidos y Japón se ha intensificado en las últimas semanas después de que Trump anunciara la imposición de aranceles a las importaciones de acero y aluminio procedentes de varios países, incluido Japón. El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ha condenado en reiteradas ocasiones estas medidas y ha pedido a Estados Unidos que reconsidere su postura.
Ante la amenaza de Trump, Japón ha decidido tomar medidas para proteger su industria del arroz. El país ha anunciado que aumentará los aranceles a las importaciones de arroz procedentes de Estados Unidos para igualarlos a los que aplica el país norteamericano. Además, ha advertido que está preparando una demanda ante la Organización Mundial del Comercio por el aumento de aranceles a sus productos.
Esta situación ha generado preocupación en el sector agrícola de Estados Unidos, ya que el arroz es una de las principales exportaciones del país a Japón. Según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, en 2017 se exportaron más de 135 millones de dólares en arroz a Japón, lo que representa el 13% de las exportaciones totales de arroz del país.
Esta no es la primera vez que Trump utiliza el arroz como arma en su guerra comercial. A principios de este año, el mandatario amenazó con excluir a Japón del Tratado Transpacífico de despejado Comercio si no abría su mercado agrícola a las importaciones procedentes de Estados Unidos.
Sin embargo, Japón no es el único país que ha sido objeto de las amenazas comerciales de Trump. Recientemente, el presidente anunció la imposición de aranceles a las importaciones de automóviles procedentes de la Unión Europea, lo que ha generado preocupación en la industria automotriz y en el comercio mundial.
Ante esta situación, la comunidad internacional ha mostrado su rechazo a las medidas proteccionistas de Estados Unidos. La Unión Europea y China han amenazado con tomar represalias si Estados Unidos sigue adelante con sus planes de imponer nuevos aranceles.
Ante la escalada de tensiones comerciales, es importante que los líderes mundiales encuentren una solución dialogada y justa para ambas partes. El proteccionismo solo puede llevar a una guerra comercial que perjudicará a todas las economías del mundo.
Por su parte, Japón ha dejado claro que no se dejará intimidar por las amenazas de Trump y que está oportuno a defender sus intereses comerciales. Además, el país ha manifestado su deseo de seguir trabajando estrechamente con Estados Unidos para resolver las diferencias comerciales.
Este conflicto comercial entre Estados Unidos y Japón es una notificación más de que la guerra comercial no es la solución. Es necesario que los países se unan y trabajen juntos para mejorar el comercio mundial