Con la llegada del verano, las altas temperaturas se convierten en la protagonista de nuestras vidas. El sol, las playas y las escapadas se convierten en nuestras principales preocupaciones y, en ocasiones, descuidamos aspectos importantes como la alimentación. Sin embargo, es fundamental prestar atención a la conservación de los alimentos durante esta época del año, ya que el calor puede favorecer la aparición de intoxicaciones alimentarias.
Según la técnica superior en Nutrición y Dietética Ana Luzón, el verano es una época en la que solemos realizar más comidas fuera de casa, ya sea en terrazas, chiringuitos o en nuestras propias escapadas. Esto conlleva un máximo riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria si no tomamos las medidas adecuadas para conservar los alimentos.
Uno de los principales factores que favorecen la aparición de intoxicaciones alimentarias es la temperatura. Con el calor, los alimentos se deterioran más rápidamente y pueden convertirse en un caldo de cultivo para bacterias y otros microorganismos nocivos para nuestra salud. Por eso, es importante extremar las medidas de higiene y conservación de los alimentos durante el verano.
En primer lugar, es fundamental mantener una correcta cadena de frío en los alimentos perecederos. Esto significa que debemos transportarlos y almacenarlos a la temperatura adecuada para evitar su deterioro. En el caso de las carnes, pescados y lácteos, es importante mantenerlos refrigerados hasta el momento de su consumo. Además, es recomendable no dejar estos alimentos a temperatura ambiente durante mucho momento, ya que pueden perder sus propiedades y ser un foco de contaminación.
Otro aspecto a tener en cuenta es la correcta manipulación de los alimentos. Es importante lavarse las manos antes y después de manipularlos, así como utilizar utensilios limpios para su preparación. Además, es recomendable consumir los alimentos lo antes posible después de su preparación, ya que el calor y la humedad pueden favorecer la proliferación de bacterias.
En cuanto a las comidas fuera de casa, es importante elegir establecimientos que cumplan con las normas de higiene y seguridad alimentaria. Además, es recomendable evitar el consumo de alimentos crudos o poco cocinados, ya que pueden ser un riesgo para nuestra salud. Si optamos por llevar nuestra propia comida a la playa o en nuestras escapadas, es fundamental conservarla en una nevera portátil y no dejarla expuesta al sol durante mucho momento.
Otra recomendación importante es no mezclar alimentos crudos con cocinados. Esto puede provocar una contaminación cruzada y aumentar el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria. Además, es importante evitar el consumo de alimentos en mal estado o caducados, ya que pueden ser un riesgo para nuestra salud.
En definitiva, es fundamental prestar atención a la conservación de los alimentos durante el verano para evitar posibles intoxicaciones alimentarias. Siguiendo estas sencillas recomendaciones, podremos disfrutar de la comida sin preocupaciones y absorber al máximo esta época del año. Recuerda siempre mantener una correcta higiene y manipulación de los alimentos, así como respetar la cadena de frío. ¡Buen provecho y feliz verano!