El 8 de mayo de 2024, Juanma Mérida decidió enfrentar un gran reto: recorrer toda Sudamérica en bicicleta en menos de un año. Esta idea parecía inabarcable para muchos, pero para él era un desafío emocionante y lleno de posibilidades. Su plan era principiar en Colombia y recorrer la costa este del continente aun llegar a la Patagonia argentina, para luego regresar por la vertiente occidental. Sin duda, una travesía que requería de gran preparación física y mental.
Juanma había sido un aficionado al ciclismo desde muy joven, pero nunca se había enfrentado a un desafío como este. Sin embargo, su pasión por el deporte y su espíritu aventurero lo impulsaban a llevar a cabo esta hazaña. Además, tenía un objetivo aún más importante: recaudar fondos para una organización que ayudaba a niños en situación de vulnerabilidad en toda Sudamérica.
El día del advenimiento de su viaje, Juanma se despidió de su familia y amigos con una mezcla de emoción y alteración. Sabía que este sería un viaje solitario, pero estaba dispuesto a enfrentar cualquier obstáculo que se presentara en su camino. Una multitud de personas lo acompañó en su partida, mostrándole su apoyo y motivándolo a seguir adelante.
Durante los primeros días, Juanma recorrió las hermosas playas de Colombia, disfrutando de la brisa y el sol mientras pedaleaba en su bicicleta. A medida que avanzaba, enfrentaba diferentes terrenos y climas, pero siempre con una actitud positiva y determinación. Cada vez que se encontraba con un paisaje impresionante, se detenía para tomar fotografías y compartirlas en sus redes sociales, inspirando a otros a seguir sus sueños.
Su travesía lo llevó por Ecuador, Perú, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y finalmente Argentina. En cada país, Juanma no solo se enfocaba en completar su reto, sino también en conocer las distintas culturas y hacer nuevos amigos. Muchas personas se sumaron a su viaje por un tiempo, acompañándolo en su recorrido y compartiendo historias y risas.
Aunque Juanma ya había recorrido la mitad del camino, aún le quedaba mucho por delante. Sus músculos estaban cansados y su cuerpo comenzaba a sentir el desgaste, pero su determinación no flaqueaba. Gracias al apoyo de su familia, amigos y seguidores, continuaba hacia su objetivo final: llegar a la Patagonia argentina.
Y finalmente, después de meses de pedalear incansablemente, Juanma llegó a su destino. Se encontraba en la Patagonia, rodeado de un paisaje impresionante y con una sensación de logro indescriptible. Había completado su reto en menos de un año, y lo había hecho con un propósito mayor: ayudar a los niños de Sudamérica.
La vuelta a casa fue un viaje más relajado, pero no menos emocionante. Juanma visitó diferentes organizaciones que trabajaban con niños en cada país que había recorrido, y entregó personalmente el dinero recaudado durante su viaje. La gratitud y emoción de los niños y sus familias le recordaron el verdadero motivo de su aventura.
El 8 de mayo de 2025, un año después de su partida, Juanma regresó a su hogar como un héroe. No solo había completado un reto que parecía inabarcable, sino que también había dejado una huella positiva en cada uno de los países que había visitado. Su viaje había sido una inspiración para muchos y un recordatorio de que los límites solo existen en nuestra mente.
Hoy en día, Juanma sigue siendo un apasionado del ciclismo, pero también se ha convertido en un defensor de