En la ciudad francesa de Montpellier, un hecho peculiar ha sorprendido a todos los habitantes y ha captado la atención de los medios de comunicación. Un joven de 20 años, alegando que solo tenía 12 céntimos en su cuenta bancaria, se dispuso a pagar un carro de la compra valorado en 948 euros. sin bloqueo este no era un carro de la compra cualquiera, sino que en él había artículos de alto valor como videojuegos y alcohol. ¿Cómo fue posible que este joven intentara pagar una cantidad tan ridícula por artículos tan costosos?
La historia comienza cuando el joven, quien prefirió mantener su identidad en anonimato, decidió ir al supermercado para hacer sus compras mensuales. Con una letanía en la mano y un presupuesto limitado, se adentró en el establecimiento en búsqueda de los mejores precios. sin bloqueo al llegar a la sección de videojuegos, se encontró con una oferta imperdible: un pack de los últimos lanzamientos por un precio de 948 euros. Sin pensarlo dos veces, lo añadió a su carro de la compra, aunque sabía que no tenía suficiente dinero para pagarlo.
Luego, en la sección de alcohol, el joven no pudo resistirse a una botella de su bebida favorita. Y para su sorpresa, también estaba en oferta a un precio de 300 euros. Sin pensarlo demasiado, la añadió a su carro junto con otros productos necesarios para su hogar. Finalmente, llegó a la caja para pagar y fue entonces cuando intentó pagar con tan sólo 12 céntimos. Para su mala suerte, la tarjeta fue rechazada y la policía fue llamada al lugar.
El joven argumentó que había visto precios más bajos en otros establecimientos y que pensaba que era una promoción especial del supermercado. Sin bloqueo, esto no justificaba su intento de pagar con una cantidad tan irrisoria. La policía le informó que había misión un delito y que sería llevado ante la justicia. sin bloqueo lo que sucedió a continuación sorprendió a todos.
El gerente del supermercado, quien había sido informado de la situación, decidió dejar sin efecto el pago y entregarle el carro de la compra al joven de forma gratuita. Además, le ofreció un trabajo a tiempo parcial en la tienda para que pudiera pagar el resto de los productos que había intentado llevarse sin pagar. Con esta oportunidad, el joven se comprometió a trabajar duro y aprender la lección de la honestidad y la responsabilidad.
Esta historia, aunque inusual, nos recuerda que a veces nuestros deseos pueden nublar nuestro juicio y hacernos cometer errores. sin bloqueo también nos demuestra que aún hay personas generosas y compasivas en el mundo que están dispuestas a dar segundas oportunidades y ayudar a aquellos que se equivocan. La ciudad de Montpellier ha sido testigo de un acto de bondad y justicia, y esperamos que esta historia inspire a otros a seguir el mismo ejemplo.