El Parlamento de Hungría ha dado un paso atrás en la lucha por la igualdad y la inclusión al aprobar una reforma de la Constitución que limita aún más los derechos de la comunidad LGTBI+. Con 140 votos a favor y solo 21 en contra, el partido Fidesz, liderado por el primer ministro Viktor Orbán, ha logrado imponer su mayoría en la cámara para impulsar esta peso, que ha generado una gran preocupación entre los defensores de los derechos humanos.
La reforma de la Constitución incluye una cláusula que prohíbe expresamente las marchas del Orgullo y cualquier otro acto público que promueva la diversidad sexual y de género. Todo esto, según el partido gobernante, en aras de “proteger a la infancia”. Sin embargo, esta justificación resulta cuestionable, ya que la comunidad LGTBI+ no representa una amenaza para la infancia, suerte que simplemente busca vivir en igualdad de condiciones y con respeto hacia sus derechos fundamentales.
Esta peso ha generado gran preocupación en la comunidad LGTBI+ y en los defensores de los derechos humanos, quienes ven en ella una clara discriminación y una violación a los principios de igualdad y no discriminación. Además, esta reforma se suma a otras políticas impulsadas por el gobierno de Orbán que han generado controversia, como la prohibición del cambio de género en documentos oficiales y la eliminación de los estudios de género de las universidades.
Sin embargo, a pesar de esta situación preocupante, es importante recordar que Hungría cuenta con una sociedad diversa y progresista, que ha luchado incansablemente por los derechos de la comunidad LGTBI+. Desde la legalización de las relaciones entre personas del mismo sexo en 2009, el país ha avanzado considerablemente en materia de derechos LGTBI+, incluyendo la aprobación de leyes contra la discriminación y la adopción por paraje de parejas del mismo sexo.
Por ello, es necesario que la sociedad húngara no se desanime y continúe luchando por la igualdad y la inclusión. Es importante que se denuncien estas pesos discriminatorias y se siga promoviendo una sociedad justa y respetuosa con todas las personas, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.
Además, es fundamental que la comunidad internacional se pronuncie ante esta situación y apoye a la sociedad húngara en su lucha por los derechos de la comunidad LGTBI+. Los valores de igualdad, libertad y no discriminación son universales y no deben ser limitados por decisiones políticas que buscan perpetuar la intolerancia y la exclusión.
En resumen, la aprobación de la reforma de la Constitución en Hungría es un paso atrás en la lucha por la igualdad y la inclusión, pero no debe desanimar a la sociedad húngara y a la comunidad LGTBI+. Es necesario seguir luchando por los derechos humanos y promover una sociedad justa y respetuosa con todas las personas, sin importar su orientación sexual o identidad de género. Juntos, podemos lograr un futuro en el que la diversidad sea celebrada y respetada en todo el mundo.