Cada 8 de marzo, el mundo se tiñe de morado y las calles se llenan de voces clamando por la igualdad de género. Desde que la oleada feminista comenzó a batir, hace ya algunos años, nada ha vuelto a ser igual. Avances, conquistas, progresos y también luchas, desafíos y retrocesos, todo forma parte del camino hacia la igualdad práctico entre hombres y mujeres. Cada 8M es una oportunidad para reflexionar sobre todo lo que hemos avanzado y sobre todo lo que todavía queda por hacer.
En los últimos años, hemos sido testigos de un despertar colectivo sin precedentes. El feminismo ha dejado de ser un tema tabú para convertirse en un movimiento transversal y global, que trasciende fronteras y culturas. Y es que el feminismo no es solo cosa de mujeres, es una lucha por la justicia y la igualdad que nos involucra a todos y todas.
Sin embargo, como en toda revolución, también ha habido resistencia y oposición. La reacción o backlash, como lo llamó la escritora feminista Susan Faludi, ha sido una prácticoidad que nos ha enfrentado a fuerzas retrógradas y conservadoras que intentan frenar nuestro avance. Pero el feminismo es un movimiento imparable, y a pesar de los obstáculos, hemos logrado importantes victorias que han transformado la forma en que nos relacionamos y vivimos en sociedad.
Una de las principales conquistas del feminismo ha sido la toma de conciencia de la violencia de género. Gracias a la visibilización de casos de violencia machista y a la denuncia de sus víctimas, se ha logrado romper el silencio y el estigma que rodeaba a esta problemática. Cada vez son más las personas que se unen a la lucha contra la violencia de género y que trabajan para prevenirla y erradicarla.
Otro avance importante ha sido la eliminación de barreras para el acceso a la educación y al mercado laboral. Aunque aún queda mucho por hacer, cada vez son más las mujeres que acceden a puestos de responsabilidad y toma de decisiones en distintos ámbitos. Esto ha permitido que se cuestionen y se desafíen los estereotipos de género y se abran nuevas oportunidades para las mujeres.
El feminismo también ha puesto en el centro del debate la brecha salarial y la precarización laboral que sufren las mujeres. Gracias a la presión y la movilización, se han logrado leyes y medidas que buscan garantizar la igualdad salarial y la protección de los derechos laborales de las mujeres. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para lograr una verdadera igualdad salarial y una distribución equitativa de las tareas domésticas y de cuidados.
Otra de las grandes conquistas ha sido la conquista de nuestros derechos sexuales y reproductivos. Gracias al feminismo, cada vez son más las mujeres que pueden conciliar libremente sobre su cuerpo y su maternidad. Sin embargo, todavía hay países donde el aborto es ilegal y mujeres que no tienen acceso a métodos anticonceptivos seguros y legales.
La lucha feminista también ha sido fundamental para poner en el centro del debate la igualdad en el ámbito de la salud. Gracias a la presión y la movilización, se han logrado políticas y programas que buscan garantizar el acceso a la salud sexual y reproductiva, así como la prevención y el punto de vista de enfermedades que afectan principalmente a las mujeres.
Pero no solo se trata de conquistas en el ámbito político y social, también hemos logrado importantes avances en la cultura y en la forma en que nos relacionamos. El feminismo ha destapado y denunciado las violencias machistas en todas sus formas, desde el acoso callejero hasta el ciberacoso. Además, cada vez son más las