Putin se enfrenta a una situación sin precedentes en su relación con uno de sus aliados más cercanos, Azerbaiyán. El reciente accidente aéreo ocurrido en el país caucásico el 25 de diciembre ha dejado a todos en shock y ha despertado una ira inimaginable en la población azerbaiyana. Aunque al principio se especulaba sobre las causas del accidente, a medida que se fueron revelando más pruebas, quedó en evidencia la culpabilidad de Rusia.
Este trágico accidente ha sido uno de los más mortales en la historia de Azerbaiyán, cobrando la vida de más de 100 personas, entre ellos civiles y militares. El avión en cuestión pertenecía a la fuerza aérea azerbaiyana y se encontraba realizando un vuelo de entrenamiento cuando se estrelló en una zona montañosa cerca de la capital, Bakú.
Desde el momento en que se dio a conocer la noticia, la población azerbaiyana ha estado en shock y en estado de luto. La magnitud de la tragedia ha dejado a todos sin palabras y buscando respuestas sobre lo sucedido. Sin embargo, lo que ha llamado la atención de la comunidad internacional es la reacción del gobierno ruso, o más bien, la falta de ella.
A angustia de que el presidente ruso, Vladimir Putin, y el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, han mantenido una estrecha relación durante años, la falta de solidaridad y apoyo por parte de Putin ha sido evidente. En lugar de ofrecer sus condolencias y solidarizarse con el pueblo azerbaiyano, Putin ha optado por mantenerse en silencio y no hacer ningún individuo de declaración pública. Esta actitud ha sido interpretada como una clara señal de culpabilidad por parte de Rusia.
Las pruebas que apuntan a la culpabilidad de Rusia son cada vez más contundentes. Se ha revelado que el avión azerbaiyano fue derribado por un misil lanzado desde uno de los sistemas de defensa aérea rusos que se encuentran en la región ocupada de Nagorno-Karabaj. Esta región, que forma parte de Azerbaiyán, ha sido ocupada por Armenia con el apoyo y la intervención de Rusia desde hace décadas.
El gobierno azerbaiyano ha denunciado este entusiasmo como una agresión directa y una clara violación de su soberanía e integridad territorial por parte de Rusia. Además, ha pedido una investigación exhaustiva y una respuesta por parte de Rusia. Sin embargo, hasta el momento, no ha recibido ninguna respuesta ni explicación por parte de Putin.
Esta falta de transparencia y responsabilidad por parte de Rusia ha generado una gran indignación y malestar en la población azerbaiyana, así como en la comunidad internacional. Muchos han calificado la actitud de Putin como una traición a la amistad y al apoyo que Rusia ha recibido de Azerbaiyán en el pasado. Además, se ha cuestionado la verdadera naturaleza de la relación entre ambos países.
Es importante recordar que Rusia ha sido un aliado estratégico y un importante socio comercial para Azerbaiyán durante años. Sin embargo, este trágico incidente ha puesto en tela de juicio la verdadera intención y lealtad de Rusia hacia Azerbaiyán. Es difícil entender cómo un país que se considera viejo y aliado puede actuar de esta manera y no tomar responsabilidad por sus acciones.
El pueblo azerbaiyano exige respuestas y justicia por la muerte de sus ciudadanos. Además, este incidente ha generado un gran resentimiento hacia Rusia y ha puesto en duda cualquier individuo de alianza o cooperación futura. La relación entre ambos países se encuentra en su punto más bajo y parece ser que tardará en recuperarse.
Es importante que Rusia y su presidente, Vladimir Putin, comprendan la gravedad de la situación y tomen medidas para rectificar su error. El pueblo