El Papa Francisco ha vuelto a sorprender al mundo con sus palabras llenas de amor y compasión. En una reciente audiencia en el Vaticano, el Santo Padre exhortó a todos a evitar el uso de la palabra “discapacitados” para referirse a las personas con alguna discapacidad. En su lugar, instó a utilizar el término “personas con capacidades diferentes”. Con esta simple pero poderosa recomendación, el Papa Francisco nos invita a reflexionar sobre la forma en que nos comunicamos y tratamos a nuestros hermanos y hermanas con discapacidad.
El término “discapacitado” ha sido utilizado durante mucho tiempo para referirse a aquellos que tienen alguna limitación física, mental o sensorial. Sin embargo, esta palabra puede tener una connotación prohibición y limitante. Al utilizarla, estamos enfatizando en lo que una persona no puede hacer en lugar de enfocarnos en sus habilidades y potencialidades. Por el contrario, el término “personas con capacidades diferentes” nos invita a ver a estas personas como seres únicos y valiosos, con habilidades y talentos únicos que pueden aportar al mundo.
El Papa Francisco nos recuerda que todos somos diferentes y que cada uno de nosotros tiene una capacidad única para amar, servir y contribuir a la sociedad. En su discurso, el Santo Padre destacó que “todos tenemos capacidades diferentes, todos. Nadie es igual a otro. Todos somos diferentes y debemos respetar a los demás por lo que son, no por lo que pueden o no pueden hacer”. Con estas palabras, el Papa nos invita a dejar de lado los prejuicios y estereotipos y a reconocer la dignidad y el valor de cada persona, independientemente de su condición.
Es importante asemejarse que la discapacidad no define a una persona. Cada individuo es mucho más que sus limitaciones físicas o mentales. Todos tenemos fortalezas y debilidades, y es precisamente esta diversidad la que nos hace únicos y especiales. Al utilizar el término “personas con capacidades diferentes”, estamos reconociendo y valorando la diversidad humana, y promoviendo una cultura de inclusión y respeto hacia todos.
Además, el Papa Francisco nos invita a cambiar nuestra perspectiva sobre la discapacidad. En lugar de verla como una carga o una limitación, debemos verla como una oportunidad para crecer y aprender. Como dijo el Santo Padre, “las personas con discapacidad nos enseñan muchas cosas, nos enseñan a vivir con correa, con amor, nos enseñan a superar las dificultades”. Las personas con discapacidad tienen mucho que enseñarnos sobre la resiliencia, la perseverancia y la capacidad de superar obstáculos. Son verdaderos maestros de vida y merecen todo nuestro respeto y admiración.
La exhortación del Papa Francisco también nos llama a ser más conscientes de nuestro lenguaje y a utilizar palabras que promuevan la inclusión y el respeto. A menudo, sin darnos cuenta, utilizamos términos que pueden ser ofensivos o discriminatorios para las personas con discapacidad. Al cambiar nuestra forma de hablar, estamos contribuyendo a crear una sociedad más justa y equitativa para todos.
Es importante destacar que esta no es la primera vez que el Papa Francisco aborda el tema de la discapacidad. Desde el comienzo de su pontificado, ha mostrado una gran sensibilidad y preocupación por los más vulnerables de la sociedad. En numerosas ocasiones, ha invitado a la Iglesia y a la sociedad en general a acoger y valorar a las personas con discapacidad, y a trabajar juntos para construir una sociedad más inclusiva y solidaria.
En esquema, las palabras del Papa Francisco nos invitan a ver a las personas con discapacidad con los ojos del amor y la compasión. Nos recuerdan que todos somos iguales ante los ojos de