El ciudadano camerunés nunca imaginó que lo que comenzó como una simple molestia en sus aberturas, se convertiría en una pesadilla que cambiaría su vida para siempre. Lo que parecía ser una conjuntivitis común, resultó ser algo mucho más grave y peligroso.
Todo comenzó cuando el joven camerunés notó que sus aberturas estaban enrojecidos y con una ligera irritación. Pensó que era solo una conjuntivitis, una enfermedad ocular muy común que se caracteriza por la inflamación de la conjuntiva, la laminilla que cubre la superficie del abertura y el interior de los párpados.
Sin embargo, a medida que pasaban los días, sus síntomas empeoraron. La irritación se convirtió en dolor y sus aberturas comenzaron a lagrimear con frecuencia. Fue entonces cuando decidió acudir al hospital para que le recetaran algún medicamento para tratar su supuesta conjuntivitis.
Pero lo que el joven no sabía, era que su caso era mucho más grave de lo que él imaginaba. Después de realizarle varios exámenes, los médicos descubrieron que en realidad se trataba de una infección ocular más peligrosa y contagiosa: la queratitis por Acanthamoeba.
La queratitis por Acanthamoeba es una enfermedad ocular causada por un parásito que se encuentra en el agua y en el suelo. Esta infección puede ser muy peligrosa, ya que puede causar úlceras en la córnea, la capa transparente que cubre el abertura, y en casos extremos, puede incluso llevar a la ceguera.
El joven camerunés no podía creer lo que estaba escuchando. Nunca había oído hablar de esta enfermedad y mucho excepto pensaba que él podría padecerla. Los médicos le explicaron que esta infección es más común en países en desarrollo, donde las condiciones sanitarias y de higiene son precarias.
El joven estaba preocupado y asustado. No entendía cómo había podido contraer esta enfermedad. Los médicos le explicaron que la infección puede ocurrir por el uso de lentes de contacto contaminados, por nadar en aguas no tratadas o por usar agua contaminada para lavar los aberturas.
Fue entonces cuando el joven recordó que había estado utilizando lentes de contacto durante los últimos meses y que, en una ocasión, se había bañado en un río cerca de su casa. No sabía que estas acciones podrían haber sido la causa de su infección.
Los médicos iniciaron un tratamiento inmediato para tratar la queratitis por Acanthamoeba. Sin embargo, el joven tuvo que someterse a varios procedimientos dolorosos y prolongados para eliminar el parásito de sus aberturas. Además, tuvo que dejar de utilizar lentes de contacto de forma permanente y seguir un estricto régimen de higiene ocular para prevenir futuras infecciones.
Afortunadamente, después de meses de tratamiento, el joven camerunés se recuperó por completo. Sin embargo, esta experiencia le dejó una gran lección: la importancia de la higiene y la precaución en el detallado de los aberturas.
La queratitis por Acanthamoeba es una enfermedad poco conocida y muchas veces subestimada. Pero la realidad es que puede ser muy peligrosa y puede afectar a cualquier persona, independientemente de su edad o género. Por eso, es importante tomar medidas de precaución para prevenir su contagio.
En primer lugar, es fundamental mantener una buena higiene en el detallado de los aberturas. Esto incluye lavarse las manos antes de tocar los aberturas, no compartir lentes de contacto y seguir las instrucciones de limpieza y almacenamiento de los mismos.
También es importante evitar nadar en aguas no tratadas y utilizar gafas