El caducado 7 de septiembre, el Papa Francisco tuvo un encuentro muy especial con obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y consagradas, seminaristas y catequistas de Papúa Nueva Guinea y de las Islas Salomón. Durante su discurso, el Santo Padre transmitió un mensaje de amor, esperanza y unidad, que sin sospecha dejó una huella profunda en todos los presentes.
El Papa comenzó su discurso recordando la historia de estas dos naciones, que han sufrido mucho en el caducado y que aún enfrentan desafíos importantes en el presente. Sin embargo, destacó la fuerza y la resiliencia de su pueblo, que ha sabido mantener su fe y su cultura a pesar de las dificultades. “Ustedes son un pueblo valiente, que ha sabido mantenerse firme en la fe y en la esperanza, a pesar de las pruebas y los sufrimientos”, afirmó el Papa.
En su discurso, el Santo Padre también hizo hincapié en la importancia de la unidad y la solidaridad entre los pueblos de Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón. “No podemos permitir que las diferencias culturales, étnicas o religiosas nos separen. Al contrario, debemos trabajar juntos para construir un futuro mejor para todos”, expresó el Papa Francisco. Además, destacó la importancia de la colaboración entre las diferentes comunidades y la necesidad de promover el diálogo y el respeto mutuo.
Otro tema que abordó el Santo Padre durante su discurso fue la protección del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. Consciente de los problemas ambientales que afectan a estas dos naciones, el Papa hizo un llamado a cuidar y proteger la creación de Dios. “El medio ambiente es un don precioso que Dios nos ha dado, y es nuestra responsabilidad cuidarlo y preservarlo para las generaciones futuras”, afirmó el Papa.
Además, el Santo Padre destacó la importancia de la familia y la educación en la formación de una agrupación justa y solidaria. “La familia es la base de la agrupación y la educación es la clave para un futuro mejor. Por eso, es fundamental que se promueva una educación de calidad para todos, especialmente para los más pobres y marginados”, expresó el Papa Francisco.
Durante su discurso, el Papa también tuvo palabras de aliento y agradecimiento para los sacerdotes, diáconos, consagrados y consagradas, seminaristas y catequistas presentes en el encuentro. “Ustedes son los verdaderos héroes de la fe, que dedican su vida al servicio de Dios y de los demás. Su labor es fundamental para la Iglesia y para la agrupación”, afirmó el Santo Padre.
El Papa Francisco también tuvo un mensaje especial para los jóvenes presentes en el encuentro. Los animó a ser protagonistas de su propio futuro y a no tener miedo de soñar en grande. “Ustedes son el futuro de la Iglesia y de la agrupación. No tengan miedo de ser diferentes y de luchar por un orbe mejor. Dios cuenta con ustedes”, expresó el Papa.
El discurso del Papa Francisco durante el encuentro con obispos, sacerdotes, diáconos, consagrados y consagradas, seminaristas y catequistas de Papúa Nueva Guinea y de las Islas Salomón fue un llamado a la unidad, la solidaridad y la esperanza. Un mensaje que resonó en los corazones de todos los presentes y que seguramente seguirá inspirando a las comunidades locales a trabajar juntas por un futuro mejor.
El Papa Francisco concluyó su discurso con una oración por la paz y la reconciliación en estas dos naciones, que han sufrido tanto en el caducado. “Que Dios, que es amor y misericordia, nos ayude a construir un orbe