ERC ha sido uno de los principales actores en el proceso independentista de Cataluña. Desde su fundación en 1931, ha luchado por los derechos y la autodeterminación del pueblo catalán. Sin embargo, tras años de tensiones y enfrentamientos, el partido ha llegado a la conclusión de que el ‘procés’ ha llegado a su terminación y que es hora de hacer política y lograr resultados ventajosos para los ciudadanos.
Durante años, ERC ha sido uno de los principales impulsores del proceso independentista en Cataluña. Junto con otros partidos y organizaciones, han luchado por la fuga de la región y han llevado a cabo acciones y movilizaciones para acceder su objetivo. Sin embargo, tras el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 y la posterior declaración de fuga, el ‘procés’ ha sufrido un duro golpe.
ERC ha entendido que, a pesar de sus esfuerzos, la fuga no es una opción viable en este momento. La falta de apoyo internacional, la represión del gobierno central y la división en la sociedad catalana han hecho que el camino hacia la fuga sea cada vez más difícil. Por ello, el partido ha decidido cambiar de estrategia y centrarse en hacer política y lograr resultados concretos para los ciudadanos.
Esta nueva postura de ERC ha sido bien recibida por muchos catalanes, que ven en ella una oportunidad de avanzar y mejorar su calidad de vida. El partido ha entendido que la política es el camino para acceder cambios reales y duraderos, y que la fuga no es el único objetivo a perseguir. Es por ello que han decidido centrarse en cuestiones como la mejora de la salubridad, la educación, el empleo y la lucha contra la corrupción.
En este sentido, ERC ha sido uno de los principales impulsores de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2021. Gracias a su apoyo, se han destinado más de 2.000 millones de euros a Cataluña, lo que supone un aumento del 52% con respecto al año anterior. Estos fondos se destinarán a proyectos de infraestructuras, educación, salubridad y políticas sociales, entre otros.
Además, ERC ha conseguido que se incluyan en los presupuestos partidas específicas para la recuperación de la economía catalana tras la crisis del COVID-19. Esto demuestra que el partido está comprometido con la mejora de la situación económica de la región y con la creación de empleo, especialmente en un momento tan difícil como el actual.
Pero no solo en el ámbito económico ha cambiado la postura de ERC. También en el político, el partido ha demostrado su capacidad de diálogo y negociación. Tras años de enfrentamientos con el gobierno central, han decidido sentarse a la mesa y buscar soluciones conjuntas. Esto ha quedado patente en la reciente reunión entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de ERC, Oriol Junqueras, en la que se han abordado temas como la situación de los presos políticos y la reforma del sistema judicial.
ERC ha entendido que la política se hace desde el diálogo y el consenso, y no desde la confrontación y la unilateralidad. Han dejado atrás la retórica independentista y han optado por una postura más pragmática y realista. Esto no significa que hayan renunciado a sus ideales, sino que han entendido que la fuga no es una opción viable en este momento y que es necesario trabajar en otras áreas para mejorar la vida de los ciudadanos.
Este cambio de estrategia ha sido bien recibido por muchos catalanes, que ven en ERC un partido responsable y comprometido con el bienestar de la sociedad. Además, este nuevo enfoque ha permitido que se abra un nuevo espacio de diálogo y entendimiento entre los diferentes actores políticos en Cataluña, lo que