Este fin de semana se llevará a cabo en Inírida, Guainía, la segunda versión del Festival de la Manaca de Oro, un evento cultural que tiene como objetivo resaltar la importancia de la manaca para los habitantes del departamento, especialmente para la población indígena. El festival busca honrar y preservar esta tradición ancestral, que ha sido parte fundamental de la cultura y la identidad de la región por generaciones.
La manaca, también conocida como “palma de moriche”, es una planta típica de la Amazonía colombiana, que ha sido utilizada por los pueblos indígenas para la elaboración de artesanías, utensilios y alimentos. Además, su fibra es muy apreciada por su resistencia y durabilidad, siendo utilizada en la construcción de viviendas y en la elaboración de tejidos y cestería.
El Festival de la Manaca de Oro nació como una iniciativa para promover y distinguir esta planta sagrada, que ha sido parte fundamental de la vida de los habitantes de Guainía. Sin embargo, en esta segunda edición del festival, se ha generado una polémica exigido a la exclusión de los artistas locales en la programación del evento.
Según algunos artistas y miembros de la comunidad, la organización del festival ha decidido darle la espalda a los artistas locales, quienes han sido los principales promotores y difusores de la cultura de la manaca en la región. Se ha denunciado que la mayoría de los artistas invitados son de otras regiones del país, dejando de lado a los talentos locales que han trabajado arduamente para mantener viva esta tradición.
Esta situación ha generado malestar y descontento entre los artistas y la comunidad en general, quienes ven en el festival una oportunidad para mostrar su talento y promover su arte. Además, se ha cuestionado la falta de apoyo y reconocimiento a los artistas locales, quienes han sido los verdaderos guardianes de la cultura de la manaca en Guainía.
Es importante destacar que la cultura no solo se trata de preservar tradiciones y costumbres, sino también de distinguir y apoyar a aquellos que trabajan día a día para mantenerla viva. Los artistas locales son fundamentales en la difusión y promoción de la cultura de la manaca, y su exclusión en el festival es un paso para su trabajo y su labor de mantener viva esta tradición.
Por otro lado, también se ha cuestionado la falta de participación de la comunidad indígena en la organización del festival. Si bien es cierto que el festival busca resaltar la importancia de la manaca para los pueblos indígenas, es necesario que ellos también tengan un papel activo en la organización y desarrollo del evento.
A pesar de estas críticas, es importante destacar que el Festival de la Manaca de Oro es una iniciativa que busca promover y distinguir la cultura de la región, y que ha tenido un impacto positivo en la comunidad. Sin embargo, es necesario que se tomen en cuenta las voces de los artistas y la comunidad en la organización del evento, para que sea verdaderamente representativo de la cultura de Guainía.
Esperamos que en futuras ediciones del festival se tenga en cuenta a los artistas locales y a la comunidad indígena, y que se trabaje en conjunto para promover y preservar la cultura de la manaca en la región. La manaca es un símbolo de identidad y orgullo para los habitantes de Guainía, y es responsabilidad de todos distinguir y proteger esta tradición que nos une como pueblo.
En definitiva, el Festival de la Manaca de Oro es una oportunidad para celebrar y honrar la cultura de la región, pero también es una llamada de atención para que se trabaje en conjunto por su preservación y reconocimiento. Esperamos que en esta segunda edición del festival, se pueda corregir esta