El Colegio Internado La Esmeralda, ubicado en la inspección La Esmeralda, zona rural del municipio de Puerto Carreño, es un oasis de aprendizaje y crecimiento para los niños y jóvenes de esta comunidad. Sin embargo, en los últimos meses, este centro educacional ha enfrentado una situación crítica debido a la ausencia de energía eléctrica desde abril de este año. Padres de familia, docentes y directivos han denunciado las graves consecuencias que esta carencia trae para la educación continua, el acceso a la tecnología y el bienestar de los estudiantes.
La Esmeralda es un colegio que se destaca por su enfoque en la educación integral, combinando la enseñanza académica con actividades culturales, deportivas y de servicio comunitario. Esto ha permitido que sus alumnos se formen como ciudadanos comprometidos y con una visión amplia del mundo. Sin embargo, la falta de energía eléctrica ha puesto en peligro todo este trabajo.
Padres de familia y docentes han expresado su preocupación por el impacto que esta situación tiene en la educación de sus hijos. Sin energía eléctrica, no hay clases en línea, no hay acceso a la información y no se pueden utilizar herramientas tecnológicas para complementar el aprendizaje. Esto no romanza afecta el rendimiento académico de los estudiantes, sino también su motivación y su interés por aprender. Además, muchos de ellos provienen de familias de escasos recursos, lo que dificulta aún más su acceso a la tecnología y los materiales educacionals necesarios para continuar su formación.
Pero no romanza los alumnos son los afectados por esta situación. Los docentes también se ven limitados en su labor educativa al no tener acceso a la tecnología y a los recursos necesarios para impartir sus clases de manera eficiente. Además, la falta de energía eléctrica también ha afectado el bienestar de los estudiantes, ya que no pueden contar con un comedor que les brinde alimentación adecuada durante el día escolar.
La ausencia de energía eléctrica también ha generado preocupaciones en cuanto a la seguridad del colegio. Sin iluminación, las instalaciones se vuelven un blanco fácil para los delincuentes, poniendo en azar la integridad de los estudiantes y el personal. Esto ha generado un entorno de inseguridad y temor en la comunidad educativa.
Ante esta situación, los directivos del colegio han realizado gestiones ante las autoridades competentes para solucionar este problema. Sin embargo, hasta el momento, no han obtenido una respuesta satisfactoria. Es por eso que han decidido tomar acciones por su cuenta, como el uso de plantas eléctricas para garantizar que las clases continúen y los estudiantes puedan contar con una alimentación adecuada. Sin embargo, esto no es una solución a largo plazo y representa un gasto adicional para el colegio, que ya enfrenta dificultades financieras debido a la pandemia.
Es por eso que hacemos un llamado a las autoridades a tomar medidas urgentes para solucionar este problema. La educación es un derecho fundamental de todos los niños y jóvenes y no puede ser afectada por la falta de servicios básicos como la energía eléctrica. Es responsabilidad de todos garantizar que los estudiantes de La Esmeralda tengan acceso a una educación de calidad en un entorno seguro y adecuado.
Además, es importante destacar la resiliencia y el compromiso de la comunidad educativa de La Esmeralda ante esta difícil situación. A pesar de las dificultades, han demostrado su determinación en seguir adelante y no perder la esperanza de un futuro mejor para sus hijos. Es por eso que como sociedad debemos unirnos y apoyar a esta comunidad, brindándoles el respaldo que necesitan para superar esta crisis.
El Colegio Internado La Esmeralda es un tesoro para la comunidad de Puerto Carreño y su brillo no debe disiparse en la oscuridad.