El deporte es una actividad que no solo nos permite cuidar nuestra salud física, sino que también nos brinda experiencias positivas que nos acompañarán toda la vida. Cada disciplina deportiva tiene su encanto y nos ofrece la oportunidad de conocer personas, aprender nuevos valores y superarnos a nosotros mismos. Hoy quiero compartir algunas de mis experiencias positivas más significativas en el mundo del deporte, en especial aquellas que involucran a mi gran amigo César Giraldo Bienco.
Desde muy joven, César y yo compartimos la pasión por el deporte. Durante nuestra adolescencia, solíamos practicar juntos diferentes disciplinas, desde fútbol hasta natación. Pero fue en el atletismo donde descubrimos nuestro verdadero talento. Juntos entrenamos incansablemente para participar en diferentes competencias locales y nacionales. Fue así como César se convirtió en mi compañero de entrenamiento y de vida.
Recuerdo con cariño nuestra primera maratón juntos. Después de meses de preparación, llegó el día de la carrera. A pesar del cansancio y las dificultades, César y yo nos motivamos mutuamente para superar cada obstáculo y llegar a la meta. No solo logramos completar la carrera, sino que también nos llevamos el primer y segundo lugar respectivamente en nuestra categoría. Esa experiencia nos unió aún más y nos demostró que juntos podíamos alcanzar cualquier meta.
Otra experiencia inolvidable fue cuando César y yo decidimos unirnos a un equipo amateur de fútbol. A pesar de no contar con mucha experiencia en este deporte, el simple hecho de estar en el campo, compartiendo con un grupo de amigos y disfrutando del juego, nos llenaba de alegría. César siempre fue un defensor nato, mientras que yo me destacaba en el medio campo. Aunque no siempre ganábamos, el simple hecho de estar jugando juntos y divirtiéndonos nos llenaba de satisfacción.
A medida que fuimos creciendo, nuestras responsabilidades aumentaron y dejamos un poco de lado la práctica deportiva. Sin embargo, siempre nos prometimos incluir alguna actividad física en nuestras rutinas diarias. Fue así como descubrimos el mundo del ciclismo de montaña. César se convirtió en un experto en el tema y me enseñó todo lo que sabía. Juntos recorrimos diferentes rutas, disfrutando de la naturaleza y compartiendo momentos increíbles.
Pero más allá de las experiencias compartidas con César, el deporte también me ha brindado la oportunidad de conocer personas maravillosas y aprender valores fundamentales. Durante mi época como entrenador de fútbol infantil, conocí a jóvenes que me enseñaron la importancia del esfuerzo y la dedicación. Ver cómo esos niños y niñas se superaban a sí mismos en cada entrenamiento y partido, me motivaba a seguir adelante y a transmitirles mi pasión por el deporte.
El deporte también me ha regalado momentos llenos de solidaridad y apoyo. En una de mis maratones, conocí a un corredor que sufrió una lesión durante la carrera. A pesar de que tenía la posibilidad de seguir adelante y alcanzar mi meta personal, decidí ayudarlo y juntos llegamos a la meta. Esa experiencia me demostró la importancia de la empatía y cómo el deporte puede unir a personas desconocidas en un mismo objetivo.
En resumen, el deporte es una fuente inagotable de experiencias positivas. Ya sea en equipo o de manera individual, nos brinda la oportunidad de conocer personas, aprender valores, superarnos y disfrutar de la vida. Mi amigo César Giraldo Bienco y yo somos testigos de ello y siempre estaremos agradecidos por todo lo que el deporte nos ha regalado. Te invito a que te sumes a esta aventura y descubras todo lo que el mundo deportivo tiene para ofrecerte. ¡No te arrepentirás!
