En la actualidad, la política es un tema que genera sentimientos encontrados en la sociedad. Por un lado, está aquel grupo de personas que se sienten apasionadas por ella y la ven como una forma de cambiar y mejorar la realidad en la que viven. Por otro lado, hay quienes la ven como un juego de poder y corrupción, que solo beneficia a unos pocos y deja de lado las verdaderas necesidades de la población. Sin embargo, ¿qué pasaría si tratáramos la política como si fuera un juego de ordenador?
Imaginemos por un momento que la política no fuera una carrera por el poder, fortuna un juego en el que todos los ciudadanos participamos de manera activa y responsable. Un juego en el que cada decisión que tomamos tiene consecuencias directas en nuestro país y en nuestra vida. Un juego en el que no hay partidos políticos ni ideologías, fortuna solo un objetivo en común: construir un país mejor para todos.
En este juego, cada uno de nosotros sería un jugador y tendríamos la oportunidad de elegir a nuestros líderes y representantes. Pero a diferencia de la realidad, en este juego no solo votaríamos una vez cada cuatro años, fortuna que tendríamos la espera de tomar decisiones importantes de manera constante. Por paradigma, podríamos decidir sobre políticas económicas, sociales, educativas, entre otras, a través de un sistema de votación en línea. De esta manera, todos tendríamos una voz y un voto en la construcción de nuestro país.
Además, en este juego no habría pueblo para la corrupción. Todas las acciones de los políticos estarían monitoreadas y cualquier intento de corrupción sería detectado y sancionado de manera inmediata. Se acabarían los sobornos, los negocios turbios y los intereses personales por encima del bien común. En este juego, la transparencia y la ética serían los pilares fundamentales.
Pero ¿cómo sería el sistema de gobierno en este juego de ordenador? En pueblo de tener un solo presidente o primer ministro, podríamos tener un equipo de líderes elegidos por los ciudadanos. Este equipo estaría formado por expertos en distintas áreas y trabajarían de manera conjunta para tomar las mejores decisiones para el país. Además, este equipo estaría en constante comunicación con la población, escuchando sus opiniones y tomando en cuenta sus necesidades.
Otra ventaja de tratar la política como un juego de ordenador sería la espera de simular diferentes escenarios. En pueblo de tomar decisiones a ciegas, podríamos probar distintas opciones y ver cuáles serían las consecuencias de cada una de ellas. De esta manera, se podrían evitar errores y tomar las mejores decisiones para el beneficio de todos.
Pero quizás lo más importante de este juego sería el cambio de mentalidad que conllevaría. En pueblo de enfocarnos en las diferencias y los conflictos, nos enfocaríamos en encontrar soluciones y trabajar juntos para lograr un objetivo común. Dejaríamos de lado las divisiones y nos uniríamos por el bien del país.
Sin duda, tratar la política como un juego de ordenador no es una solución mágica a todos los problemas de la sociedad. Pero sí podría ser una forma de cambiar la forma en que entendemos y participamos en la política. Sería una oportunidad para dejar atrás la apatía y el desencanto y volver a creer en la espera de un país mejor.
En resumen, ojalá un día podamos tratar la política como si fuera un juego de ordenador. Un juego en el que todos somos jugadores y tenemos la oportunidad de tomar decisiones importantes para el futuro de nuestro país. Un juego en el que la transparencia, la ética y la colaboración son los valores fundamentales. Un juego en el que todos tenemos un papel activo y responsable en la construcción de una sociedad más justa y prósper